miércoles, 13 de julio de 2011

El vocabulario ocupa un lugar central en la enseñanza de una lengua extranjera

El vocabulario ocupa un lugar central en la enseñanza de una lengua extranjera. Sin embargo, enseñar vocabulario es una tarea compleja que requiere que el maestro utilice nuevas vías para el aprendizaje del mismo, en este trabajo se aborda esta problemática ya que constituye una dificultad para los alumnos de séptimo grado apropiarse del vocabulario estudiado, y también se diseña una serie de actividades que se pueden utilizar en las clases de inglés con el fin de practicar el vocabulario nuevo y finalmente llegar a dominarlo.
La Lengua es una disciplina troncal para la formación de los estudiantes de enseñanza Primaria y Secundaria. Con la Lengua no sólo nos comunicamos (que no es poco), sino que al mismo tiempo pensamos, sentimos y adquirimos nuevos conocimientos. No es infrecuente que el fracaso escolar esté en parte motivado por carencias lingüísticas como puede ser una comprensión lectora limitada, o por la falta de re cursos expresivos para plasmar, de manera oral o escrita, el propio pensamiento o los contenidos de las áreas curriculares. En definitiva, una deficiente competencia lingüística puede marcar el futuro humano y profesional de los jóvenes. Por tanto, cualquier esfuerzo docente orientado en esta dirección nos parece algo encomiable. Precisamente, la creación no muy lejana de una disciplina universitaria como la Didáctica de la Lengua supone una valiosa contribución tanto para la Pedagogía como para la Lingüística. En efecto, el esfuerzo por dotar al profesorado de Lengua con saberes y recursos que favorezcan en el aula procesos dinámicos de expresión y comprensión ha de contribuir de manera positiva en el crecimiento personal de los escolares.
El aprendizaje y uso de la lengua inglesa ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, a pesar del descenso en el número de hablantes que usan esta lengua en términos porcentuales. Mientras que en 1950 el 8% de la población mundial hablaba inglés como lengua materna, se estima que en el año 2050 este número se situará por debajo del 5% (Graddol, 1999).
Con todo ello, nos encontramos en un momento histórico en que la aplicación de las nuevas tecnologías a las labores educativas representa un hecho y en el que el efecto de la globalización condiciona la presencia irremediable de la lengua inglesa en nuestras vidas, en la sociedad actual, en el aprendizaje y posterior uso comunicativo de está lengua internacional, plantea un reto, que suele asociarse estrechamente con el éxito profesional. Así pues, las nuevas generaciones encuentran en el aprendizaje de la lengua inglesa en una especie de imposición social y académica, además de tratarse de una asignatura obligatoria en la enseñanza secundaria, cada vez más presente en todos los planes de estudio. No obstante, el aprendizaje del inglés como con frecuencia puede causar frustración personal a estudiantes que, de forma reiterada, hacen un esfuerzo por lograr avances en su nivel de competencia- actuación, especialmente en el contexto de la lengua extranjera. En ocasiones, esta situación puede llevarles incluso a identificar el aprendizaje del inglés como una "asignatura pendiente" que necesitan superar.
Desde principios de la década de los ochenta, la cantidad de investigaciones relacionadas con la enseñanza de segundas lenguas ha experimentado un crecimiento importante. A esta circunstancia ha contribuido el aumento de los medios de difusión, el uso de nuevas tecnologías y el creciente interés por aprender segundas lenguas en un mundo en el que ser bilingüe o poder hacer uso de más de una lengua se va convirtiendo, cada vez con más frecuencia y mayor naturalidad en la norma en vez de la excepción.

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